Sabemos que mantener una rutina de cuidado personal puede parecer complicado cuando tienes mil cosas en mente, pero te aseguramos que cuidar tu piel no tiene que ser otra tarea en tu lista.

Aquí te dejamos tres claves para integrarlo fácilmente en tu día a día:

1. Simplifica tu rutina

No necesitas una docena de productos ni horas frente al espejo. Lo básico es más que suficiente: limpiar, nutrir e hidratar.

 

 

Por la mañana, usa un limpiador facial para eliminar impurezas y sigue con una crema hidratante que revitalice tu piel durante todo el día.

Por la noche, después de un largo día, repite con el limpiador, añade un sérum para reparar tu piel mientras duermes y finaliza con la crema hidratante.

Tres pasos simples, mañana y noche. Así de fácil.

2. Ten los productos a mano y visibles en tu baño

A veces el mayor obstáculo es la falta de tiempo, pero si tienes los productos visibles y listos para usar, no habrá excusa para saltarte la rutina. Mantén tus productos en el lugar donde más los necesitas: junto al lavabo.

  

 

Si eres de los que se cuidan también en el gimnasio, te recomendamos nuestro Discovery Kit. Es perfecto para llevar en la bolsa, y lo mejor es que puedes rellenar sus pequeños envases, lo que hace más cómodo llevar tu rutina a todas partes, incluso en los días más ajetreados.

3. Integra el cuidado de la piel en tus hábitos diarios

Un truco que funciona es combinar tu rutina de cuidado de la piel con hábitos que ya tienes establecidos. Esto se llama habit stacking. Por ejemplo, después de cepillarte los dientes por la mañana, limpia e hidrata tu piel de inmediato. Y por la noche, tras cambiarte de ropa, aplica el sérum y la crema.

 

 

Asociar tu rutina de cuidado facial con otros hábitos hará que lo veas como una extensión natural de tu día, no como una tarea extra.

Cuidar tu piel es tan simple como esto: mantenerlo visible, integrarlo a tus hábitos y usar los productos adecuados. Cuando te ves bien, te sientes bien.

Hazlo más fácil. Hazlo natural.

Backture Organics